1.- Aceptamos a la Santa Biblia, desde
Génesis 1 a Revelaciones 22, como la Palabra inspirada de El Más Alto, el Padre
del Universo.
2.- Aceptamos que Dios es un Espíritu, La
Palabra Creadora, y aquellos que Lo veneran, deben venerarlo en Espíritu y en Verdad,
porque el Padre “buscará” a los que Lo adoran. (Juan 4 vs. 23 - 24)
3.- Aceptamos que el cuerpo del hombre es el Templo del Dios viviente, y por lo
tanto es su instrumento Principal. (1 Corintios 3 v. 16, 6 v. 19)
4.- Aceptamos con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza que Jesús
(conocido en nuestra lengua hebrea como Yeshua), quien “habitó” la Tierra 2000
años atrás, es El Mesías, El Cristo, El Único Hijo engendrado de El Padre y El
Salvador y Redentor de la raza humana. Que El vivió una vida perfecta y pagó
por nuestra redención de la maldición de la Ley, por Su sangre inocente
(Hebreos 9 vs. 11 - 15, 22). Y porque no fue encontrado pecado en El, en que El
fue obediente al Padre incluso en la muerte, fue imposible para la muerte, la
maldición de la Ley, tener dominio sobre El. Por lo tanto murió por nuestros
pecados y se levantó para nuestra justificación, dejando abajo a la mortalidad
y “poniendo” la inmortalidad. Y como tal, siendo los primeros frutos de
aquellos que durmieron (Romanos 5 v. 19) y restauró la forma original en que
Adán fue creado, (i.e. inmortal) es El Jesús quien ha “realizado” la semilla
que habría de venir (Génesis 3 vs. 15) a magullar la cabeza de la serpiente, el
diablo, y restaurará la humanidad a la inmortalidad y la Creación a la
perfección, en la Edad que vendrá. Cuando él retorne para derrocar la
existencia social, política, económica y el desorden religioso y establezca el
Correcto Reino de Dios aquí en la tierra (Daniel 2 vs. 44, Isaías 54 vs. 1 -
2). Él regirá desde el trono de David, desde una Nueva Jerusalén, y los santos
resucitados y los creyentes vivientes regirán con Él como Reyes y Sacerdotes
sobre la tierra (Rev. 5 v. 10).
5.- Aceptamos que hasta entonces, tal como enseña la Escritura, el Reino de
Dios permanecerá en las manos de los hijos de David, (2 Crónicas 13 vs. 5, 8) a
quienes fue dado por un eterno convenio, (Convenio Davídico, 2 Samuel 7) tan
largo como la existencia del Sol y la Luna. Este trono de Dios, establecido en
la Casa Real de David y el Rey Salomón (2 Crónicas 9 v. 8), fue transmitido a
la Casa Real Etiope a través de la Reina de Saba quien llevaba la semilla Real
de Salomón a Etiopía.
6.- Los Reyes de Etiopía, descendientes del Rey David y del Rey Salomón a
través de Menelek 1, son por lo tanto de origen divino, lo que significa que su
trono fue establecido por el Eterno Mismo, cuando los niños de Israel pidieron
un Rey, principalmente porque con sus mentes carnales no podían entender que el
Eterno fuera su Rey. (1 Samuel 8 vs. 1 - 9 / Salmos 10 v. 16 / 1 Timoteo 1 v.
17)
7.- Nosotros como Rastafaris de las Doce Tribus de Israel nunca negaremos la
divinidad de Su Majestad Imperial, Emperador Haile Selassie 1. Con esto
queremos decir que de acuerdo a la unción que él ha recibido, de acuerdo a la
tradición Real, (1 Samuel 16 vs. 12 - 13) el Espíritu del Más Alto descansa
sobre él y Sus Palabras están en su boca y hablan a través de su lengua. (2
Samuel 23 vs. 2 - 3). Aceptamos que SMI Haile Selassie I sea el 225º
restaurador de la Dinastía Salomónica. Por lo tanto, de acuerdo a la Unción
Mesiánica que él ha recibido, SMI representa al Padre y Su Cristo. Por lo
tanto, sostenemos que la Palabra Eterna, Manifestado en Nuestro Señor (Maestro)
Jesús Cristo (Ungido) ha sido revelado a nosotros los hermanos y hermanas
Rastafaris de las Doce Tribus a través de la personalidad de SMI Emperador
Haile Selassie.
8.- Como aceptamos que Dios es un Espíritu, en la ausencia física de SMI Haile
Selassie I, el trono prometido continuaría en las manos de los hijos de David
HASTA que Shiloh venga. Deja notar que como SMI se ha denominado “Príncipe
Coronado Zere Yacob Asfa Wossen Haile Selassie (14 de Abril de 1974) su sucesor
al trono de David, aceptamos que el trono está ahora en sus manos. (Ver los dos
últimos discursos formales del Emperador Haile Selassie en el Diario de Edgard
Ullendorff’s de Estudios Semitas, Vol. 22, 1977; pp 209-210). Y esta Monarquía,
donde sea que “resida”, continuará como una Luz para el hecho que la Casa de
David sostendrá, preservará y será custodia de este trono en la tierra hasta
que Shiloh venga.
9.- Aceptamos que el Cetro, es decir la Autoridad Divina para gobernar en el
lugar de Dios o Custodiar el trono de Dios no dejará la Casa de Judah, hasta
que Shiloh venga (Génesis 49 v. 10). Los reyes de esta Casa han venido y han
ido, pero aquel cuyo derecho es (Shiloh) será asentado sobre el trono por
siempre y para siempre, no temporalmente o sobre un Reino temporal prescindible
(San Lucas 1 vs. 31 - 32). Esto quiere decir que Él que debe venir será el Rey
inmortal que gobierna para siempre. Él es el Cordero que fue matado, (Rev. 5
vs. 9 - 10) hace 2000 años en Jerusalén, y se elevó de la tumba y Él es quién
el Cielo debe retener, (Hechos 3 vs. 20 - 21) HASTA la restauración de todas
las cosas habladas por los Profetas desde que el mundo comenzó (Hechos 3 vs. 25
- 26). Es este mismo Jesús (Hebreos 13 v. 8, Hechos 1 v. 11) el Cordero de Dios
que fue encontrado digno y está sentado a la diestra del Padre hasta que Él
haya puesto a todos los enemigos bajo sus pies. El es Jesús, el cuerpo no
cohabitado de Cristo que inaugurará el Reino de Dios en la Era venidera, el
Milenio, el reinado de Cristo durante mil años. Su Majestad Imperial Haile
Selassie 1 y la Casa Real son el cuerpo cohabitado de Cristo que sostiene el
trono hasta que Shiloh venga.
10.- Creemos que frecuentemente se ha predicado -en el nombre de Cristo y en el
nombre del Cristianismo, por muchas iglesias- una doctrina acerca de Jesús, mas
no lo que Jesús pensaba (Gálatas 1 vs. 6 - 8). Creemos que cuando la mente del
romano y del griego se hicieron cargo de la interpretación de las Escrituras,
en lugar de la mente hebrea, el mundo fue engañado para creer en otro Jesús, la
imagen de un dios griego, más que en el Jesús histórico, el Hijo de Dios (Rev.
12 v. 9). Jesús fue enviado por su Padre para anunciar la Buena Nueva de la
venida del Reino de Dios en la Tierra y que debemos arrepentirnos y creer en
este mensaje de que el Reino estaba a la mano o cerca (Lucas 4 v. 43, Marcos 1
vs. 14 - 15). Cuando aceptamos esta Palabra, esta semilla, este mensaje,
recibimos una nueva vida, un nuevo nacimiento ocurre en nosotros, (nacer de
nuevo) y nos acelera hacia la inmortalidad en la Era por venir. Es en la
comprensión y creencia en las Palabras que dijo Jesús que recibimos vida, la
semilla de la inmortalidad (Lucas 8 vs. 11 - 12). Y debemos también aceptar que
es Su sangre la que pagó el precio para abrir las puertas de la inmortalidad
otra vez como lo fue en el principio antes de la caída del Hombre. Así debiera
ser en el final, cuando todos los santos que duermen serán despertados o
resucitados con un glorioso e inmortal cuerpo, y la creación retornará a su
estado glorioso como lo fue en un principio (Filipenses 3 vs. 20 - 21) (Hechos
24 vs. 14 - 15, & 26 vs. 28 - 23)
11. Aquellos que abracen esta Esperanza, esta Fe que las Doce Tribus de Israel
esperaron seriamente durante día y noche, tienen la Fe de Abraham y de todos
los profetas de Dios. Aquellos son por lo tanto la semilla de Abraham y por lo
tanto herederos de las promesas hechas a Abraham. Esta es la Promesa de una
tierra, no en el cielo sino aquí mismo en la tierra donde el Manso heredará la
tierra. Está prometido al Creyente, SIN CONSIDERACIÓN DE RAZA, NACIONALIDAD O
GÉNERO. Estas son el Israel de Dios, la Nueva Israel. A ellos será dada la
disputada tierra cuando regrese el Mesías. Aquellos que han sufrido por esta fe
en el Mesías (Cristo), en la regeneración, recibirán doce tronos, juzgando
(administrando) las 12 Tribus de Israel. (Lucas 22 v. 29 - 30)
12. Hasta entonces creemos que Etiopía es nuestro lugar de refugio, como Jacob
se refugió en las tiendas de Ham. Nosotros aceptamos el derecho legítimo de
todos los descendientes africanos a Repatriarse a la tierra de nuestros
antepasados, África. La tierra dada a nosotros por nuestro Rey en Shashamane
debería desarrollarse para sostenernos durante la Gran tribulación. Esto es
también parte de la Tierra Santa.
13. Aceptamos que como seguidores de Su Majestad Imperial Haile Selassie 1,
(cuyo nombre antes de la coronación fue Ras Tafari) DEBEMOS estudiar y obedecer
sus enseñanzas y seguir su ejemplo y no las tradiciones, diciéndole a cada uno
de los contrarios a sus palabras o a la Santa Biblia. Su Majestad Imperial
Emperador Haile Selassie 1, El mismo es un seguidor de Jesús, y llevando el
título de defensor de la Fe y líder de la más antigua Nación Cristiana en la
tierra, Etiopía, nos ha mandado a: “…levantarse con el celo y seriedad
espiritual que caracterizó a los Apóstoles y a los primeros cristianos y nos
deja guiar a nuestros hermanos y hermanas a Nuestro Salvador Jesús, Quien solo
da vida en su sentido completo. Si proclamamos que lo amamos debemos seguir Su
ejemplo y Enseñanzas.
14. Además declaramos que el profeta Gad es el Rastafari que nos señaló la
Santa Biblia, El Jesús Histórico, La identidad de las Doce Tribus de Israel,
Jerusalem; Shashamane, Etiopía y la Familia Real Etíope.